La decisión entre ambos estilos depende tanto de la funcionalidad como de la estética que deseas lograr. Aquí te explicamos las principales diferencias para ayudarte a tomar una mejor decisión. 1. Diseño y estilo visual -Las cortinas tradicionales suelen tener una caída suave y un aspecto clásico que aporta calidez. Son comunes en ambientes tradicionales, románticos o rústicos. -Por otro lado, Vertiline ofrece una apariencia más moderna, minimalista y funcional. Su sistema está formado por paneles verticales que se deslizan individualmente, brindando una estética limpia y sofisticada que se adapta a interiores contemporáneos. 2. Control de luz -Las cortinas convencionales tienen menos precisión al regular la luz. Por lo general, están abiertas o cerradas sin posibilidad de graduación. -Vertiline permite controlar con exactitud la cantidad de luz que entra al espacio, gracias a sus paneles móviles que se pueden abrir desde cualquier punto. Esto permite lograr distintos niveles de iluminación durante el día. 3. Acceso y funcionalidad -Una cortina tradicional cubre toda la ventana y se desplaza lateralmente, lo que puede ser poco práctico en ventanales o puertas corredizas. -Vertiline permite acceder desde cualquier punto del ventanal o pasillo gracias a sus lienzos independientes, lo cual es perfecto para separar ambientes sin perder fluidez en el espacio. 4. Mantenimiento y durabilidad -Las cortinas tradicionales pueden retener polvo, requieren lavado frecuente y tienden a deteriorarse con el tiempo. -Los paneles Vertiline están hechos de materiales duraderos y fáciles de limpiar, como telas técnicas que repelen polvo y humedad, ideales para hogares modernos. Si buscas una solución decorativa, práctica y contemporánea, Vertiline es la evolución inteligente de las cortinas. Transforma tu espacio con la nueva generación de protección solar.